El dulce sabor de tu presencia
terriblemente me
envenena
en mis sueños te veo con insistencia
¡Oh, corazon!, ¿porque te
envenenas?.
La luna con ternura me mira,
y todas las noches siento que
me visita,
aquel hechicero que tanto me mira,
siempre veo su silueta y su
bella carita.
Esta noche vendra por mi,
luna, no llores,
aunque no
me veas,
de ti estare cerca.